¿Sabías que todo en el universo fluye constantemente?
Todo -sólido, líquido o gaseoso- se mueve, vibra y se desplaza siguiendo patrones circulares.
Si todo se mueve, ¿sabemos cómo se mueve todo?
Pues bien, la frecuencia mide el patrón del movimiento, ya que oscila, vibra o crea ondas muchas veces por cada
unidad de tiempo seleccionada.
Cada cosa tiene su frecuencia de vibración específica, ¡incluidas las personas!
Los estados de la materia y la energía reflejan el número
de veces que algo vibra en un milisegundo.
Todo ello está en función de la frecuencia vibratoria, desde los árboles altos hasta la luz del sol que se asoma por tu ventana o el calor de una vela.
En este artículo del blog, examinaremos la Ley de la Frecuencia y exploraremos su importancia en diversos aspectos de la vida.
Desentrañemos los secretos de la armonía universal y profundicemos en la conexión entre la frecuencia y nuestra existencia.
La ley de la frecuencia explicada
La Ley de la Frecuencia es un principio que rige el tejido del universo, dando forma a todos los aspectos de la existencia, y es un pilar de la física y la espiritualidad.
Esta ley dicta los patrones vibratorios que impregnan todas las entidades vivas y no vivas.
Para comprender la Ley de la Frecuencia, primero debemos captar la esencia de la propia frecuencia.
En esencia, la frecuencia se refiere al número de oscilaciones o ciclos de una forma de onda dentro de un marco temporal.
Se mide en hercios (Hz) y abarca un amplio espectro de longitudes de onda, desde las infinitamente pequeñas hasta las increíblemente vastas. Este concepto se aplica a las ondas electromagnéticas, las ondas sonoras, las ondas cerebrales y las vibraciones emitidas por los pensamientos y las emociones.
Comprueba la vibración con la Ley de la Vibración
La ley de la vibración afirma que todo átomo, objeto y ser vivo está en constante movimiento, vibrando a una frecuencia específica.
Puedes pensar en esta frecuencia como energía vibratoria.
Esta energía vibratoria no es algo que puedas ver
o tocar, sino algo que percibes, sientes y a lo que reaccionas.
La idea que subyace a esta ley es que todos tenemos una frecuencia vibratoria específica y podemos aprender a ajustar nuestra vibración si estamos atrapados en una experiencia o escenario de baja vibración.
Consejo profesional: Cuanto más te adaptes a tu energía, más verás cómo tus vibraciones afectan a tu experiencia.
Cómo estamos todos conectados en el universo
El universo está maravillosamente unido a través de la frecuencia. Todo tiene su propia frecuencia, desde los planetas danzantes del cielo hasta las partículas subatómicas más pequeñas de nuestro cuerpo. Esta compleja red de vibraciones energéticas crea una armonía universal que reverbera por toda la creación.
La frecuencia de las personas y la Tierra
Los seres humanos también se ven afectados por la frecuencia porque son conscientes. Por el contrario, nuestras ideas, sentimientos y cuerpos físicos resuenan en frecuencias específicas que forman parte de esta sinfonía cósmica.
Nuestro mundo natal, la Tierra, tiene una frecuencia única que es muy importante para la vida tal como la conocemos. Todos los seres vivos emiten vibraciones que se mezclan con la frecuencia de la Tierra, creando una resonancia armoniosa que cambia el equilibrio energético general del planeta.
Cómo poner en práctica la Ley de la Frecuencia
Comprender y utilizar la Ley de la Frecuencia puede mejorar nuestra salud, reforzar nuestra conexión con la Tierra y unirnos a las fuerzas cósmicas superiores. Aquí veremos formas reales de aprovechar el poder de la frecuencia y utilizarla en nuestra vida cotidiana.
1. Utilizar la meditación y las ondas sonoras
La meditación consiste en centrar tu atención y poner fin al flujo constante de pensamientos que pasan por tu mente. Se practica desde hace miles de años y se sabe que ayuda a las personas a relajarse, a sentirse menos estresadas y a sentirse mejor en general. Puedes sentirte tranquilo y despejado después de la sesión de meditación cerrando los ojos, sentándote en un lugar tranquilo y concentrándote en tu respiración o afirmación. Por el contrario, la terapia de sonido utiliza diferentes sonidos y vibraciones para ayudar al cuerpo y a la mente a curarse y encontrar la paz. Utiliza instrumentos como cuencos tibetanos, diapasones y gongs que emiten sonidos armónicos que pueden ayudar a las personas a sentirse relajadas. Los sonidos y vibraciones relajantes ayudan a liberar el estrés, hacen fluir la energía y te hacen sentir más en paz. Cuando combinas la meditación y la terapia de sonido, trabajan juntas para que cada ejercicio sea más eficaz, dejándote más abierto a las frecuencias curativas del sonido al meditar.
2. Aprovechar el poder de la luz y la fragancia
A menudo pasamos por alto cómo la luz y el olor pueden afectar a nuestra vibración general cuando intentamos mejorar nuestra salud general. La luz y el olor se han utilizado en la sanación durante cientos de años para restablecer el equilibrio, elevar el espíritu y hacer que la gente se sienta más en paz. Puedes crear una poderosa combinación utilizando la luz y el aroma en tu práctica curativa. Por ejemplo, puedes crear un entorno tranquilo y edificante utilizando una iluminación suave y coloreada y difundiendo aceites esenciales que te ayuden a relajarte o a concentrarte, según lo que necesites. Cuando meditas o practicas la conciencia en un entorno tranquilo, puedes acercarte a tu yo interior y sentirte mejor a muchos niveles.
3. Ponte zen con Zenaura S³
Combina lo mejor de lo mejor con Zenaura S³ para desbloquear tu nueva frecuencia. Aprovecha lo que quieras conseguir, ya sea aliviar el estrés o restablecer la concentración, todo es posible con los modos preestablecidos de Zenaura S³. Tu viaje hacia ti está comisariado con luz, sonido y fragancias para ayudarte a alinear tus frecuencias. O mejor aún, elige tu propio camino con tu propia mezcla especial de sonidos, luces y fragancias a través de una aplicación.
